miércoles, 9 de septiembre de 2015

Human Wheels.

No se si John Mellencamp ha tenido alguna vez el reconocimiento que merece por estas latitudes. Ser coetáneo de Bruce y facturar un tipo de música que sigue muchos parámetros similares (aunque también con bastantes diferencias) no ha jugado mucho a su favor...o si?. Supongo que según se mire. Soy un admirador del rockero de Indiana, y su serie de discos que van desde Uh-Huh de 1983 hasta este Human Wheels de 1993 es para enmarcar. Siempre me apetece escucharlos. La música de Mellencamp me hace vibrar y levantar el ánimo y a pesar del paso del tiempo sus discos se mantienen igual de robustos y frescos que cuando fueron publicados. Human Wheels siempre es una opción perfecta para conocer a Mellencamp. Y tan brillante como sus discos mas celebrados como Scarecrow o Lonesome Jubilee.

Publicado en una época en la que los songwriters rockeros americanos no atravesaban una buena etapa, quizás algo ensombrecidos por el imperante grunge. Pero este disco da sopas con onda a muchos de los que se editaron en esa época. Directo al cerebro. Las canciones de Mellencamp son como esos lunares que tienes en tu cuerpo. Te aparecen un dia y ya no te los quitas nunca. Música con galones y adictiva si disfrutas como yo del buen rock americano. Jamas ha venido por estos lares a tocar (supongo que tiene un gran y merecido caché, y por aqui su nombre sonará mas entre el respetable a actor de cine que a músico curtido en mil batallas). Ojala algún día podamos tenerle entre nosotros y que temas como Human Wheels, When Jesus Left Birmingham, Case 795 (The Family) o Beige to Beige puedan sonar en todo su esplendor.

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