Once Upon A Time.

A pesar de ser el disco que les hizo ricos y con el que empezaron a llenar algunos estadios de renombre en Europa, Once Upon A Time supuso el disco del cisma en la carrera de Simple Minds. Aquel en el que sus mas veteranos fans abandonaron a la banda por creer que su propuesta se ha había vuelto mas americanizada y comercial que nunca (cosa que fue cierta, aprovechando también el número uno del Don´t You meses antes) y aquel con el que consiguieron sumar a su causa a miles de aficionados a su música, que empezaron a descubrir sus joyas anteriores. Es su disco mas vendido y mas popular. Tambien creo, infravalorado por algunos sectores criticos. A mi me llegó en un momento tardío ya que descubrí la música de Simple Minds cuatro años después de su edición. Pero tanto este álbum como su reflejo en el memorable Live In The City Of Light supusieron todo un sock para quien escribe.

Once Upon A Time fue editado en Octubre de 1985, poco tiempo después de su actuación en el Live Aid y su numero uno indiscutible en listas americanas con el tema Don´t You (Forget About Me). Estas efemérides, para un grupo que por entonces aun era de culto (aunque ya empezaban a saborear las mieles del éxito en las Islas y media Europa) hicieron que Simple Minds abordaran su nueva producción de la mano de productores puramente americanos y de prestigio intocable como Jimmy Iovine y Bob Clearmountain. En medio de todo aquello, la penosa salida del bajista Derek Forbes, para mi, pieza clave durante los primeros discos del grupo. Once Upon A Time responde a un sonido americanizado, sobre todo en el tratamiento de las baterías, los teclados y los coros femeninos (de la mano de Robin Clark). Dejan de lado las sinuosas bases de bajo que hicieron eternos a discos anteriores como New Gold Dream y entregan un disco fácilmente asimilable por el gran publico pero lleno de calidad. Un álbum con ocho singles potenciales, donde destacan el carácter de himno generacional de Alive And Kicking, la maestria a la hora de elaborar perfectos estallidos de estadio como Ghostdancing o Sanctify Yourself, infravaloradas gemmas pop-soul como All The Thins She Said, o temas de la contundencia instrumental de Oh Jungleland o Come A Long Way. Un disco redondo que vendió muchas copias y que elevó a Simple Minds a un status de estrellas que muchos no les llegaron a perdonar nunca. 

En Diciembre de este año se editará una caja conmemorativa especial con rarezas, caras B, remasterizaciones, libretos, etc….muy atractiva.