Tengo claro que el origen de este extraordinario disco de Bob Dylan hay que situarlo en 1989, cuando entregó aquel mas que notable Oh Mercy. Ambos discos están producidos por el geniecillo Daniel Lanois, y ambos discos tienen en común un elemento: simbolizan la resurrección creativa del mejor Dylan en dos periodos de su carrera donde pocos daban un duro por el. Amen de que muchos elementos de producción y sonido son similares. Pero Time Out Of Mind también tiene otros dos puntos de apoyo: los dos discos de versiones que Dylan editó en 1992 y 1993 y que alguna manera volvieron a dar luz al maestro. Para 1997 tenia todo lo que quería: tiempo, a Lanois, y canciones. Sobre todo canciones. Y varias de las que contiene este disco están sin duda, entre lo mejor de su obra.
Recuerdo que cuando salió y lo compré, Love Sick me dejó de piedra. Esas frases, ese sonido….era un nuevo Dylan. Rejuvenecido pero al mismo tiempo ya maduro. Extraordinario comienzo. El disco cala en el oyente de forma sigilosa. Alterna extraordinarias canciones de corte melódico y emocional (Tryin´ To Get To Heaven, Standing In The Doorway, Make You Feel My Love) con sensacionales piezas bluseras o de sabor añejo (Million Miles, Dirt Road Blues, Could Irons Bound). El equilibrio y la secuenciación son perfectas. Not Dark Yet reluce desde su fondo confesional y unos acordes atmosféricos maravillosos. El trabajo de Lanois es deslumbrante. Supo entender al genio a la perfección, aunque la relación se resintiese y no volviesen a colaborar juntos. El álbum lo remata con la épica y pelín larga Highlands, pero no desentona el resultado final. Time Out Of Mind es un álbum inmenso, que adquiere mayor envergadura con el paso de los años y cuyo esencial papel revitalista en la carrera de Dylan lo llevó hasta nuestros días (y ganar Grammys y todo). Un álbum seminal y esencial en 1997.
Lo mejor: La profundidad en fondo y forma y el nivel de las canciones. La producción de Lanois. Un "nuevo" Dylan.
Lo peor. Quizás se le va la mano en la duración de Highlands. Que Dylan y Lanois acabaran tan mal para no poder repetir otra colaboración.
Me parece una obra maestra absoluta. Lo que diferencia al geniecillo del genio. 35 años despues de empezar se clava un nuevo disco supremo que suena fresco y diferente a lo que habia hecho. Productores?. Si, pero tambien podia haber contratado a Jeff Lynne y no lo hizo je je je je
ResponderEliminarObra maestra, una de las pocas ocasiones en las que una producción de Lanois me ha convencido. Bantastic Fand hicieron una versión de Love Sick memorable en Frías.
ResponderEliminarUn abrazo.
J Aybar: Obra cumbre, sin dudarlo. Jeff Lyne?? No por dios. Ya tuvo su papel mas que notable con Petty y punto. Creo ademas que el que menos pintaba en aquellos Traveling Wilburys era el propio Bob. Un abrazo
ResponderEliminarAddison: Lanois a mi me parece un productor superlativo. Y Love Sick....que temazo. Un abrazo